La mejor manera de vivir esta experiencia es estando bien preparado, siempre lo he dicho, más vale que sobre a que falte.

Entonces, en este post te compartimos la lista de lo que no puede faltarte en tu kit «el explorador feliz», siempre tomando en cuenta el número de días que estarás cazando auroras.

  • Primero que nada, una back pack tipo «Explorer» de una capacidad de unos 40 litros está perfecta. La ubicación de nuestra yurta estuvo lejos del «lodge» o recepción y hubo que emprender camino a pie con subidas y bajadas en nieve de mínimo 10 cm de espesor hasta ella, no hubiese sido posible con maleta de rueditas o muy cansado con otro tipo de maleta.
  • El respectivo impermeable de nuestra backpack. Ni la lluvia ni la nieve le entraron a la mochila en ninguna ocasión, nos salió barato, made in China.
  • Siempre, siempre, siempre, llevar mínimo una muda de ropa seca. Consejo de los más expertos exploradores de la familia y de un agraciado taxista de Vancouver: puede llover y unos calcetines mojados hacen la diferencia de aguantar el frío o morir en el intento. Nosotros llevábamos: calcetines de lana, un pantalón térmico, una playera térmica, un sueter de polar y unos guantes todo dentro de una bolsa.
  • Lámparas de cabeza tipo minero. Esenciales! a -30ºC, en medio de la obscuridad, con las manitas heladas metidas en mitones y escuchando por ahí ruiditos en medio del bosque no querrás haberlas olvidado. Y no olvides pilas extra bien cargadas y bien guardadas del frío. Como extra puedes llevar una lámpara de mano, ojo, como extra.
  • Ocote. Si, suena raro y probablemente no sepas qué es, sirve para prender fuego y un buen fuego, rápido e intenso. Sin esto nuestra fogata no hubiese sido lo mismo.
  • Cintillos. Útiles para cualquier situación: desde para amarrar algo a la mochila que no cabe y tiene que ir colgando de fuera, hasta para hacer un seguro a prueba de lobos para cerrar bien la yurta.
  • Navaja. Más como herramienta que como arma. Siempre habrá algo que abrir, cortar, afilar, limar, etc.
  • Calentadores «Hand and foot warmers». Descubrimos unos dispositivos desechables que, según el que nos los vendió, los utilizan todos los deportistas que practican en frío extremo. Son unos sobres que se activan al sacarlos de su empaque y agitarlos, se calientan y duran de 5 a 8 horas. Se consiguen en cualquier tienda de deportes de la región. Esos sólo si de plano no aguantas el frío.
  • Botiquín de primeros auxilios. Lo más básico y que no ocupe mucho espacio. No querrás que un dolor de cabeza te impida disfrutar al máximo el espectáculo. (Pastillas para dolor de cabeza, de pancita, sal de uvas, alguna gasa, venda y desinfectante)
  • Comida de campamento. Enlatados (unos frijolitos o algún guisadito que solo se necesite calentar), pan, nutella (para tener calorías para combatir el frío), jugos de caja y no olvidar por nada el respectivo «hot chocolat» y/o cafecito ambos en polvo y tu lechita si eres de los míos.
  • Cámara (s), accesorios, tripiés, pilas de repuesto!!!
  • Celular bien cargado, si tienes, con una funda water proof para poderlo sacar en la nieve. Nosotros estábamos a 30 minutos de la ciudad y en ocasiones tuvimos señal, lo cual fue perfecto para monitorear la aurora en la app recomedada.
  • No olvides tus cosas de aseo, lo aventurero no quita lo limpio, después del espectáculo querrás dormir con los dientecitos limpios. (Cepillo de dientes, pasta, un jaboncito y por qué no, tu desodorante (aunque ni sudas), toallitas húmedas si no aguantas un día o dos sin bañarte)

Into the wild

Qué había en la yurta que nos sirvió: ollita para calentar el café, cerillos, velas, papel higiénico, agua potable y una poderosa estufa de propano que calentaba el lugar a todo dar.

Jaz y yo coincidimos que el vivir las auroras boreales en estas condiciones rústicas fue la cereza del pastel que hizo de esta la experiencia de nuestras vidas.